lunes, 16 de febrero de 2009

No pido nada excepto tiempo soleado


Lo único que quiero hoy es echar una ojeada a esos pájaros
de fuera de mi ventana. El teléfono está descolgado
de modo que los que me quieren no puedan dar conmigo
y echarme el brazo por encima del hombro.
Ya les he dicho que el grifo se ha cerrado
No quisieron oírlo. Siguen tratando de que las cosas
continúen igual. En este momento no puedo soportar
enterarme
de que al coche se le ha roto otro intermitente.
O que el remolque que creía haber pagado hace tiempo,
ahora lo reclamaban por falta de pago (...)


La suerte, toda, se ha ido al sur. Lo único que pido
es que se me deje estar sentado un momento más (...)
Y observando esos pájaros. No pido nada
excepto tiempo soleado. Dentro de un minuto
tendré que colgar el teléfono y tratar de separar
lo cierto de lo falso. Hasta entonces
una docena de pajaritos, no mayores que tazas de té,
están posados en las ramas del otro lado de la ventana.

De pronto dejan de cantar y vuelven la cabeza.
Está claro que notan algo.
Se echan a volar.
Raymond Carver, "Qué puedo hacer"

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