Mi padre perdió el anillo de boda en el mar. Como todos los marineros, se lo quitaba y colgaba de la cadena para no perder el dedo cuando largaban la red.
Al cabo de unas mareas mi tía, mientras limpiaba unas merluzas, encontró un anillo de oro dentro de una de ellas. Limpió el anillo y vió las letras y los números que tenía grabados. Aunque parecía mentira , eran las iniciales y la fecha de la boda de mis padres.
Al parecer, mi padre pescó la misma merluza que se comió su anillo. En todo el mar.
La tranquila noche de verano trae viento del interior y recuerdos.
Se me ha ocurrido, mirando al cielo, que las casualidades son planetas con una órbita muy, muy ancha. Sólo se ven de vez en cuando.
Lo del anillo es una casualidad demasiado grande. Pero da igual. Lo importante ahora es que durante muchos años la historia del anillo fue real en nuestras pequeñas mentes de niño.
De noche, el mar brilla como una merluza.
Las estrellas saltan como escamas.
Kirmen Uribe, "El anillo de oro"
Foto, Rosa, http://www.flickr.com/photos/dadiva/
2 comentarios:
las dos ultimas frases son preciosas...
A mí también es lo que me gusta más de todo el texto. Tienen magia.
Te conozco?
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