Sí,
ahora son distintas las Navidades
cuando era niña
una cruz grande brillaba estos días
en el campanario de la iglesia
las casas tenían aroma a turrón
y a humo de chimenea
había los pastorets centenarios
y las visitas a casa de la abuela.
Hoy
el día empezó tranquilo
corriendo junto al río
me encontré
con cinco garzas elegantes
algún ciclista solitario
y una paloma muerta, como dormida
sobre una cuna de césped suave.
Quizás traía la paz al mundo
y volando entre el intenso frío
se quedó a medio camino.
Luego
me espera un vestido
púrpura oscuro y de seda brillante
voces que hace tiempo olvidaste
besos fugaces, una mesa bien adornada
un brindis con burbujas de Cava.
Y, a medianoche,
cuando ya no queda nadie en la sala, sólo
tres hermanos conversan
con palabras de otros sonidos
y recuerdan su infancia
junto a una copa de tinto.
Sí,
hace tiempo que
son distintas las Navidades
pero el sentimiento es el mismo.
Poema y foto: Rosa, http://www.flickr.com/photos/dadiva/
4 comentarios:
Qué lindo, así de frequito.
La foto es exquisita
y el docmento tan sentido...
que me parece verte al pie deesas iglesias donde brillaban las cruces del campanario.
No te olvides de la foto del vestido púrpura.
Abrazos
Sí, recién pintado, la pintura aún está fresca.
Parece un poema clásico -lo que tenias y perdiste- pero sólo son pensamientos. Sin ninguna pretensión literaria.
El campanario de mi niñez se quedó muy lejos, ya no reconozco muchas cosas. Y está bien así...
Es una lástima que cambie y se añore tanto y a tantos. C´est la vie
Añoranza forma parte de la vida, pero a veces idealizamos el pasado, con los años huele a melancolía.
Es bueno seguir andando, y vivir nuevas vidas.
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